jueves, 16 de junio de 2011

Anarquistas

Los hermanos Ricardo (izquierda) yEnrique Flores Magón (derecha) presos en Los Angeles, California, 1917.
Al igual que otros liberales de la época, los Flores Magón conocieron obras de autores anarquistas desde principios de siglo, Enrique afirmaba que siendo jóvenes, su hermano Jesús les llevó un libro titulado Los nihilistas y que ese fue su primer acercamiento a ideas sociales. Jesús y Ricardo asistieron al Congreso Liberal en San Luis Potosí en 1901, invitados por Camilo Arriaga, descendiente de Ponciano Arriaga quien contaba con una biblioteca donde se podían encontrar obras de pensadores socialistas y anarquistas europeos como KropotkinTolstoiFourierOwen,Blanc y Bakunin, también de MarxEngels y del mexicano, Francisco Severo Maldonado, quien editó en Guadalajara el periódico insurgente El despertador americano en 1810 al inicio de la guerra de Independencia de México. Sin embargo fueron pocos los que asumieron las ideas anarquistas en la lucha revolucionaria como Ricardo y Enrique, esto también fue la razón de la división en los grupos liberales, pues mientras algunos buscaban sólo reformas políticas, los Flores Magón buscaban reformas económicas y sociales que los llevó a plantear la abolición delEstado y la Propiedad privada, como parte de una revolución social, política y económica de carácter libertario.4 La campaña militar más importante impulsada por los Flores Magón fue la Rebelión de Baja California que tuvo el control de la península de enero a junio de 1911 cuando fueron derrotados por tropas federales de Francisco I. Madero, apoyadas por el gobierno estadounidense.5
El pensamiento libertario6 de los Flores Magón resultó de una amalgama entre la concepción comunitaria de la vida en los pueblos indígenas, la tradición liberal mexicana del siglo XIX y el pensamiento de filósofos anarquistas europeos.7  

ANTES DE LA REVOLUCION

                                                         PLAN DE AYUTLA

                                         
La Revolución de Ayutla fue un movimiento insurgente originado en el departamento de Guerrero (actualmente, el estado del mismo nombre, al sur de México) en el año de 1854. La razón del levantamiento de los surianos fue la inconformidad con la dictadura de Antonio López de Santa Anna, que aprovechando la abolición de la constitución federal de 1824 gobernaba dictatorialmente con el título de Su Alteza Serenísima. La Revolución comprende tanto el conflicto armado propiamente dicho como las presidencias de Juan N. Álvarez e Ignacio Comonfort. Bajo la presidencia de este último fue promulgada la Constitución de 1857. El período concluye con la renuncia de Comonfort a la presidencia y el inicio de la Guerra de Reforma. Las inconformidades en contra de Santa Anna crecen por la venta de la mesilla y los liberales encabezados por Juan Álvarez y Florencio Villarreal dieron a conocer el plan de Ayutla. En el desconocían a Santa Anna como presidente, que se revisaran las acciones de este, que se eligiera un presidente provisional y que se creara el congreso constituyente de 1857 que aprobó la Constitución de 1857.

                                    
Santa Anna es uno de los personajes más polémicos de la historia de México. En sucesivas ocasiones fue héroe —como cuando venció a los españoles en la Batalla de Pueblo Viejo cuando estos intentaban reconquistar México— y también fue villano (luego de la independencia de Texas). Fue Presidente de México una decena de ocasiones, y cambió de bando político cualquier cantidad de veces.
En realidad, la dictadura de Santa Anna no era nada nuevo. Tiempo atrás, durante la separación de Texas, se había autonombrado dictador de México. Sin embargo, en esta segunda oportunidad dictatorial llevó sus propias aspiraciones a un extremo peligroso. Lo de menos es que se hubiere nombrado Su Alteza Serenísima por la vía del decreto constitucional. Con el afán de obtener recursos financieros para su gobierno que se hallaba en la bancarrota, llegó a impulsar el cobro de un impuesto por el número de ventanas y puertas de las viviendas de la ciudad de México.
El gobierno de Santa Anna representaba para una buena parte de la población mexicana (los pobres, y desde luego, la protoburguesía liberal desplazada del poder con la dictadura santaannista). El descontento quedó reflejado en dichos, apodos y otros juegos de palabras, como esta adivinanza:
"Santa Anna no es mujer,"
Es Santa sin ser mujer,
es rey, sin cetro real,
es hombre, más no cabal,
y sultán, al parecer.
La dictadura era profundamente corrupta, no había ninguna claridad en el manejo de los fondos (hay que recordar que la Intervención estadounidense había dejado, a pesar de todo, las arcas llenas de pesos de oro); no existían las garantías individuales, y la oposición era tratada con fierro. Sin duda, más allá del descontento popular con el gobierno del Quince Uñas (como llamaba el pueblo llano a Santa Anna porque había perdido un pie en una batalla), había un profundo malestar entre la pequeña burguesía liberal que se había venido formando a lo largo de la primera mitad del siglo XIX en México.

[editar] La burguesía agraviada

Efectivamente, la vocación conservadora del gobierno de Santa Anna había favorecido a ciertos grupos de la aristocracia mexicana del siglo XIX. A su amparo, las posesiones de la Iglesia habían crecido escandalosamente. Otros problemas sobre la tenencia de la tierra era la existencia de corporaciones civiles (como las comunidades indígenas) que impedían la especulación con las bienes raíces, y por lo tanto, el proceso de acumulación capitalista. En aquélla época, como queda dicho, había un pequeño grupo de nuevos burgueses ilustrados que no veían con buenos ojos esta concentración de tierras en manos muertas.
Además, la Iglesia también era una institución con gran poder político. Durante el tiempo de Santa Anna, pocas decisiones se tomaban sin tener en cuenta la opinión de la jerarquía eclesiástica. Además, quedaban otros resabios de la organización colonial, como las aduanas internas, que impedían la modernización del país, y virtualmente lo tenían fragmentado en pequeños feudos dominados por caciques locales.
Por si lo anterior fuera poco, Santa Anna había desterrado a varios liberales conspicuos, entre ellos a Melchor Ocampo (ex gobernador de Michoacán), Benito Juárez (ex gobernador de Oaxaca), Ponciano Arriaga y muchos más, que se refugiaron en los Estados Unidos. La experiencia del destierro llevó necesariamente a comparar el poderío económico de los vecinos del norte con la caótica situación de la República. Se dieron cuenta que la única manera de llevar a México por el camino del progreso (entendido bajo la divisa del dejar hacer), era derrocando a Santa Anna e instalar un gobierno afín a la ideología liberal.[1]

                                                                 PLAN DE AYUTLA


El Plan de Ayutla
Retrato de Juan Álvarez. Fue cabeza del movimiento conocido como revolución de Ayutla, que concluyó con la renuncia de Santa Anna a la dictadura de México. Álvarez ocupó la presidencia como interino, aunque renunció pocos meses después, en 1855
Artículo principal: Plan de Ayutla
El 1 de marzo de 1854 fue pronunciado el Plan de Ayutla, en esa misma población del departamento de Guerrero. Lo promovían Florencio Villarreal, Juan N. Álvarez e Ignacio Comonfort. El primero había sido insurgente de la independencia de México, y el segundo era un coronel relativamente joven. El documento planteaba la necesidad de formar un frente nacional para derrocar al gobierno dictatorial de Santa Anna. Álvarez y Comonfort se pusieron al frente de una tropa de campesinos. Al plan se unieron Benito Juárez, Melchor Ocampo y otros liberales desterrados por Santa Anna, que radicaban en los Estados Unidos. Aunque no participaron directamente en la lucha armada, estos personajes habrían de decidir el rumbo político de la revolución.[2]
El plan contemplaba la destitución de Santa Anna, el nombramiento de una presidencia interina de corte liberal (cuya responsabilidad quedaría en manos de Juan N. Álvarez), y la convocatoria a un Congreso Constituyente que redactara una nueva constitución para el país (dado que la de 1824 había sido abolida por Santa Anna, que en su lugar impuso las Siete Leyes, de orientación centralista).[3] Aunque no se trataba de un documento radical, fue capaz de ganarse cierto apoyo en el resto del país, y pronto, la guerra civil se extendería por buena parte de México. El Plan de Ayutla fue modificado en el puerto de Acapulco el 11 de marzo de 1854.
 Comienza la guerra
Tropa de chinacos en el México decimonónico
Habida cuenta de los amagos levantiscos en el departamento de Guerrero, encabezados por Comonfort y Álvarez, Santa Anna intentó reprimir rápidamente la insurrección de los pintos (como eran llamados peyorativamente los guerrerenses, a causa del mal de pinto, endémico de la región). Por ello decretó la pena de muerte para quienes poseyeran un ejemplar del Plan de Ayutla y no lo quisieran entregar a las tropas del gobierno. De igual manera, impuso la leva (enlistamiento forzado en el ejército), y aumentó el presupuesto del gobierno central, de 6 a 17 millones de pesos. Para recaudar los fondos, elevó nuevamente los impuestos y reinstaló las alcabalas (aduanas interiores).
Acto seguido, Santa Anna se puso al frente de una fuerza de seis mil hombres. Llegó a Acapulco, centro de la insurrección, el 19 de abril de 1854. El Ejército Restaurador de la Libertad, organizado por Comonfort, encabezado por Álvarez, se había pertrechado en la fortaleza de San Diego.[3] Los quinientos soldados del Ejército Restaurador resistieron los embates de Santa Anna con éxito. La tropa del dictador había sido sensiblemente disminuida, ya por la deserción de sus soldados, por las enfermedades tropicales o por las bajas en la guerra. Finalmente, Santa Anna decidió levantar el sitio, y regresó a la capital. En el camino de Acapulco a México, redujo a escombros a muchas poblaciones y haciendas que habían apoyado el Plan de Ayutla.[5]
El Plan de Ayutla fue proclamado rápidamente en otras partes del territorio nacional. El primer departamento en sumarse a la revolución fue Michoacán, gobernado por Epitacio Huerta. A mediados de 1854, el Plan había sido pronunciado en Tamaulipas, San Luis Potosí, Jalisco, México y Guanajuato (apoyado en este último departamento por el gobernador Manuel Doblado). Los insurgentes capitalizaban no sólo el descontento de la naciente burguesía, sino el de las masas populares en condiciones de miseria que cargaban con el fardo de los impuestos decretados por Santa Anna. Por el norte, los liberales en el destierro también atizaban la rebelión.[6]
Para contener la ola rebelde, el dictador apeló al terrorismo de Estado. Decretó la ocupación de las propiedades de los rebeldes, declarados o sospechosos, empezando por las fincas de Álvarez. Asimismo, dispuso que toda población que brindara su apoyo a la insurgencia sería saqueado e incendiado. Los civiles que estuviran en posesión de armamento fueron condenados a pena de muerte. El espionaje se hizo más intenso y los destierros fueron cada vez más comunes.
Partitura del Himno Nacional Mexicano. Santa Anna recurrió a todo tipo de artimañas para desviar la atención popular de la Revolución ayuteca: suponía que fomentando el espíritu patriótico, podría desalentar la oposición.
«Toda aquella persona á quien se probare que ha divulgado noticias falsas ó alarmantes, sea cual fuere la clase á que pertenezca, será reducida á prisión, considerada como conspiradora, y por esto juzgada con arreglo á la ley de 1° de Agosto de 1853. El que se ocupare censurar los actos del Supremo Gobierno ó los de alguna de las demás autoridades de la nación, será reducido á prisión, y juzgado y sentenciado como faccioso. Incurrirá en la pena de doscientos pesos de multa, ó en la de dos meses de prisión, todo aquel que no denunciare á los que se ocupan en suponer descalabros que sufren las tropas de gobierno, ó en aplaudir ó ensalzar la revolución».
                                           

ANTES DE LA REVOLUCION

                                                            PLAN DE SAN LUIS



Plan de San Luis
Las elecciones se realizaron el 26 de junio de ese año, resultando electos Díaz y Corral.[43] Durante el mes de septiembre se llevaron a cabo numerosas celebraciones con motivo del centenario de la independencia. Para tal ocasión asistieron embajadores y ministros plenipotenciarios de diversos países que mantenían relaciones internacionales con el país: de España acudió el representante personal de Alfonso XIII el marqués Camilo de Polavieja, quien llevó el uniforme de José María Morelos y Pavón para entregárselo al gobierno mexicano; por los Estados Unidos asistió el embajador especial Curtiss Guild; concurrieron además Carl Buenz embajador especial de Alemania; Chan Tin Fang, embajador de China; el mayor general Enrique Loynaz de Cuba; y Paul Lafebre de Francia entre otros.[45]
El 6 de octubre Madero escapó de San Luis Potosí con destino a San Antonio, Texas, donde se reunió con sus familiares y partidarios. Allí redactó junto con un pequeño grupo —entre los que destacaban Juan Sánchez Azcona (ex-reyista) y Roque Estrada[46] un documento conocido como Plan de San Luis, aunque en realidad el texto apareció fechado el 5 de octubre en San Luis Potosí.[43] El plan convocaba a la lucha armada;[44] declaraba nulas las elecciones para presidente, vicepresidente, magistrados de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, y diputados y senadores; se reconocía como presidente provisional y «Jefe de la Revolución» a Madero; y se insistía en reivindicaciones de carácter social para indígenas y obreros.[47] Asimismo, señaló el 20 de noviembre como la fecha en que todos los mexicanos debían levantarse en armas contra el gobierno. Junto con este documento, Madero escribió un manifiesto dirigido al Ejército Federal, en el que se le exhortaba a unirse al movimiento revolucionario.[48]
«Conciudadanos:- No vaciléis pues un momento: tomad las armas, arrojad del poder a los usurpadores, recobrad vuestros derechos de hombre libres y recordad que nuestros antepasados nos legaron una herencia de gloria que no podemos mancillar. Sed como ellos fueron: invencibles en la guerra, magnánimos en la victoria».- SUFRAGIO EFECTIVO, NO REELECCIÓN.
San Luis Potosí, octubre 5 de 1910.- Francisco I. Madero[49]
Aquiles Serdán, político mexicano que había huido hacia Estados Unidos después de las elecciones, recibió el encargo por parte de Madero de organizar la revolución en Puebla, de donde era originario. El 18 de noviembre un grupo de policías acudió a su domicilio, donde guardaban las armas. Aquiles resistió junto a sus hermanos, siendo rodeados por 400 soldados y 100 policías. Al final fueron asesinados en el sótano de la vivienda.[50]
El día 19 Madero partió de Texas[49] y el 20 cruzó el río Bravo para volver a territorio mexicano, donde lo esperaban algunos ex-militares y algunos pocos voluntarios civiles. Después de algunas escaramuzas de poca importancia, Madero regresó a los Estados Unidos para reorganizar el movimiento,[51] pero evitó dirigirse hacia San Antonio, pues allí se había dictado una orden de aprehensión en su contra. En su lugar, se trasladó a Nueva Orleans.[52]
A pesar de que la muerte de Serdán parecía un fracaso en el intento revolucionario, la lucha armada tuvo respuesta en el occidente de Chihuahua, no por parte de los antirreeleccionistas, sino de la gente del pueblo y zonas rurales. Posteriormente se extendió a los estados vecinos de Sonora, Durango y Coahuila.[53]

                                                                

ANTES DE LA REVOLUCION

                                                      HUELGA CANANEA RIO BLANCO

La situación para el obrero mexicano durante el gobierno de Díaz no era la ideal, pues no existían leyes que los protegieran contra los abusos de los patrones, era muy difícil para un solo obrero pedir mejores condiciones, pues se arriesgaba a un despido injusto, en cuyo caso el patrón no perdía nada, pues siempre había alguien dispuesto a cubrir una plaza dentro de la fábrica en las condiciones que fueran. Este fue el modus operandi que se presentó en la cadena de fábricas textiles que comprendía varios ingenios en el centro del país. John Kenneth Turner en su obra “México Bárbaro” relata su experiencia en la fábrica de Río Blanca ubicada “entre el Puerto de Veracruz y la Meseta de los Moctezuma”, pues quedó impactado al ver las condiciones infrahumanas en las que se trabajaban, no solo porque eran prácticamente obligados a trabajar jornadas de trece horas diarias, sino por el ruido de las máquinas y el hedor que producían algunos químicos; incluso relata que había trabajadores que sólo vivían unos doce meses, pues los tóxicos que expedían los químicos en la sala de tintes resultaban sumamente nocivos; pero siempre había algún suicida que estaba dispuesto a, literalmente, ganarse la vida por un año.

minacoahuila-9A cien años de la histórica huelga en las minas de cobre de Cananea, el homicidio de los mineros de Pasta de Conchos y la trascendental huelga de 270 mil mineros, representan un presagio de acontecimientos convulsivos en los cuales la clase obrera jugará un papel fundamental, así como la huelga de Cananea representó un presagio de la revolución Mexicana de 1910. Además, los eventos trágicos en Pasta de Conchos y la combatividad de los trabajadores por defender su autonomía sindical, muestran que muchas de las condiciones en las relaciones sociales de explotación que desencadenaron los eventos de Cananea, se siguen reproduciendo hoy día. Es necesaria la unidad de los trabajadores con un programa y métodos que permitan avanzar en la lucha contra las deplorables condiciones laborales contra las cuales ofrendaron sus vidas los mineros de Cananea, sólo así su sacrificio, como los cientos de mineros que han muerto en las minas durante un siglo, no serán en vano. Por ello recordar a nuestros hermanos caídos hace 100 años y sacar las lecciones pertinentes es la mejor manera de honrarlos. Al cierre de la edición de este material, salen a la luz pública dos acontecimientos que ratifican que con la tragedia de las familias mineras de Pasta de Conchos, se ha despertado a un batallón pesado de la clase obrera. El primero es el surgimiento del Frente Nacional para la Unidad y la Autonomía Sindical (FNUAS) en cuya declaración de principios se incluye la promoción de la democracia, unidad sindical y la lucha contra el hecho de que sea el gobierno quien defina si se legaliza o no la existencia de los sindicatos y sea el gobierno quien defina a quién se le otorga la llamada “toma de nota”, es decir, quien dirige el sindicato. El frente estará conformado por Unión Nacional de Trabajadores (UNT), la CROC, la CROM, la CRT, la COR y el Frente Sindical Mexicano. El FNUAS nace para luchar por: contratación colectiva, mejores salarios y empleo digno; pero también por la instauración de una "política de recuperación del crecimiento económico y del empleo de calidad, un programa nacional de recuperación del salario, el fortalecimiento de la educación pública, laica, gratuita y de calidad y la defensa de los recursos naturales y las empresas estratégicas". Después de una enorme lista de casos de división del movimiento obrero, en años pasados, durante todo un periodo de derrotas y dócil sometimiento de las direcciones sindicales a la clase dominante, el detonante de Pasta de Conchos viene a demostrar la sincronización del movimiento obrero organizado con el proceso de la lucha de clases en el resto de América Latina
                                                                

ANTES DE LA REVOLUCIOn

                                                       HERMANOS FLORES MAGON

Los hermanos Flores Magón nacieron en OaxacaMéxico durante la década de 1870. Fueron tres políticos y periodistasopositores a la dictadura de Porfirio Díaz que son considerados precursores de la Revolución mexicana de 1910.

El padre de los Flores Magón García fue Teodoro Flores,1 un militar que combatió en la Guerra de Intervención Estadounidense (1846 - 1848); en la Guerra de Reforma (1857 - 1868, en el ejército liberal de Benito Juárez y más tarde en la Sierra de Juárez, se levantó en armas contra el Imperio de Maximiliano (1864 - 1867), también combatió en la Batalla del 2 de abrilal lado de Porfirio Díaz; y su madre fue Margarita Magón.
La infancia de los Flores Magón transcurrió en Oaxaca, convivieron con comunidades indígenas de la Sierra Mazateca donde su padre era considerado "tata" (jefe) por su experiencia; de él recibieron las enseñanzas sobre el pensamiento indígena que contenía principios de un comunismo libertario autóctono, sencillo, justo, equitativo, sin imposiciones ni tiranías, que más tarde Ricardo y Enrique delinearían con la lectura de pensadores anarquistas.
En 1881 la familia se trasladó a la Ciudad de México en busca de mejores condiciones de vida.

[editar]Antiporfiristas

Protesta en las oficinas del periódico antiporfirista El hijo de El Ahuizote en 1903.
Teodoro Flores, padre de los Flores Magón, guardaba un profundo odio contra Porfirio Díaz, que no reconoció ni recompensó su participación en la Batalla del 2 de abril de 1867 contra los franceses y lo había inculcado a sus hijos desde niños.2
En su juventud los Flores Magón participaron en revueltas estudiantiles en la Ciudad de México (1892) contra la reelección de Porfirio Díaz en lapresidencia de México.3 En esa época Jesús estudiaba en la Escuela Nacional de Jurisprudencia y Ricardo en la Escuela Nacional Preparatoria.
En 1893 los tres colaboran en la edición del periódico El Demócrata, Jesús como redactor, Ricardo como corrector de pruebas y Enrique como ayudante de imprenta y redacción. Jesús y otros colaboradores fueron aprehendidos, Ricardo logró escapar disfrazado de impresor, Enrique con solo 16 años no fue arrestado; nueve meses después Jesús fue liberado, ese mismo año falleció su padre Teodoro Flores.
A partir del 1900 aumentan su actividad política y periodística, fundan el periódico Regeneración y en 1902, Ricardo y Enrique editan El hijo de El Ahuizote, ambos periódicos fueron suprimidos por el régimen dictatorial de Porfirio Díaz y los hermanos fueron expatriados en 1904 luego de haber sido encarcelados varias veces.
La tenaz crítica de los Flores Magón al Porfiriato, junto con sus planteamientos revolucionarios fueron los más lucidos y avanzados de su tiempo, ni el levantamiento antirreeleccionista de Francisco I. Madero, ni la Constitución promulgada por el movimiento encabezado por Venustiano Carranza consiguieron emular las aspiraciones económicas, sociales y políticas de los Flores Magón.

[editar]Revolucionarios

Las actividades políticas de los Flores Magón entre 1900 y 1910 son consideradas precursoras de la Revolución mexicana promovida por el movimiento antirreeleccionista de Francisco I. Madero, sin embargo cabe señalar que aunque Jesús simpatizaba con Madero e incluso llegó a colaborar con él en su gobierno provisional, Ricardo y Enrique no compartían el proyecto Maderista.
En el exilio desde 1904, Ricardo y Enrique impulsaron la creación del Partido Liberal Mexicano (PLM) que publicó su Programa en 1906 en Saint Louis, Missouri y desde esa época comenzaron a organizar una revolución social mediante insurrecciones y huelgas para derrocar el gobierno de Porfirio Díaz. Así, los Flores Magón a través del PLM influyeron y promovieron la Huelga de Cananea y de Río Blanco, la Rebelión de Acayucan y varias insurrecciones en pequeños poblados del norte del país como parte de un plan para extender la revolución a todo el país. Sin embargo tanto el gobierno de Díaz como el de Roosevelt en los Estados Unidos persiguieron y reprimieron implacablemente el movimiento insurreccional del Partido Liberal.
En 1908 organizaron nuevas insurrecciones en la frontera con los Estados Unidos que fueron derrotadas por falta de recursos y organización.

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